La aventura te espera en todas las épocas y el tesoro puede ser cualquier cosa de valor que hace que tu alma se estremezca de ganas de conseguirlo.
Aunque las aventuras y partidas con BROKEN COMPASS se pueden vivir en cualquier época y lugar, en propio manual básico incluye la primera de las ambientaciones oficiales de la línea: 1999.
¿1999? ¡Pero si eso fue ayer! Al menos, eso pensaréis algunos. Pero vamos a hacer un repaso…
El final del siglo XX y el paso al XXI fueron la última gran época de la aventura. El mundo ya estaba globalizado y la tecnología había avanzado una barbaridad. Pero… si lo piensas, las cosas eran muy distintas a hoy día. Aún quedaban lugares por descubrir, por pequeños que fueran. Aún quedaban tesoros que llamaban a los aventureros. Podías llegar a cualquier parte del mundo, pero no era tan sencillo como lo es en nuestra década de los 2020. Buscar información por internet podía resultar una tortura (ese modem que no va…) y aún quedaba espacio para que la Aventura respirara con libertad. Nadie conseguía tu información con la facilidad de hoy, y tú tampoco podías hacerlo. Los hackers eran figuras casi mágicas y las redes sociales estaban dando sus primeros pasitos balbuceantes. En 1999 todavía podías desaparecer y emprender una frenética carrera por el mundo en busca de un tesoro sin que te frenaran mil impedimentos.
En un mundo sacudido por el final de la Guerra Fría e incluso por las postrimerías de la II Guerra Mundial, encontramos mil villanos que pueden ser tu rival en la búsqueda del tesoro (generales corruptos, antiguos miembros de los servicios secretos tanto occidentales como del Este, viejas momias nazis que se empeñan en seguir con vida…). A los tesoros “clásicos” que todos conocemos (el Santo Grial, los viejos cofres de oro de los piratas, pecios hundidos) se suman cosas tan impresionantes como depósitos de oro mal obtenido durante las guerras, obras de arte robadas, ese informe secreto sobre misiles que desapareció misteriosamente de Langley… no hay final para las posibilidades.
Así que desempolva la BlackBerry, prepara la mochila y no olvides de llevar pilas para el walkman. ¡La aventura en 1999 puede llevarte a lugares insospechados y con unos compañeros de lo más peculiar…!